Este tipo de manchas pueden tener orígenes distintos, según la forma de las mismas.
Pueden ser manchas que responden a formas de rayones, este fenómeno se conoce como “galling”. Galling es un problema común en casos donde los metales se deslizan mientras están en contacto con otros metales.
Esto puede ocurrir independientemente de si los metales son el mismo o de diferentes tipos, y es causado por la fricción de dos superficies que se deslizan una sobre otra.
Es especialmente común donde hay insuficiente lubricación entre las superficies. Ciertos metales como el Aluminio, son más propensos a la excoriación, debido a la estructura atómica de sus cristales.
Este tipo de manchas no afectan en forma alguna, la protección que ejerce el revestimiento de Aluminio-Zinc sobre la chapa; sólo se trata de un problema cosmético o estético.
Otro tipo de manchas son las que se dan cuando las chapas estibadas, quedan expuestas al agua y/o humedad y no son secadas en tiempo y en forma. En ninguno de los dos casos antes mencionados, se puede revertir al estado original de la chapa.
Otro tipo de manchas son las provocadas por el contacto directo con la transpiración de las manos; es por este motivo que se recomienda el uso de guantes de cuero, durante la manipulación e instalación de las chapas.
En éste último caso las manchas pueden ser retiradas mediante la aplicación de un paño limpio, embebido en Tricloroetileno, directamente sobre las manchas.
Tener precaución de utilizar equipo de seguridad durante la aplicación de éste producto debido a su alta toxicidad (guantes, lentes, tapabocas).